El fallecimiento del empresario Fernando Fernández Tapias el pasado 25 de octubre de 2023 ha desatado una serie de conflictos por la herencia del naviero, que está valorada en unos 3.000 millones de euros.
Los principales protagonistas de estos conflictos son de una parte su viuda, Nuria González, y de otra los cinco hijos mayores de Fernández Tapias, fruto de sus matrimonios con Victoria Riva de Luna, apodada como Chiqui y con Juana García-Courel. La muerte de uno de los empresarios más ricos de nuestro país desencadena el conflicto sobre la enorme herencia que deja y cómo será repartida entre los siete hijos que le han sobrevivido.
Fernando Fernández Tapias era vicepresidente del Real Madrid; ostentaba el cargo de presidente de la Cámara de Comercio y de varias sociedades relacionadas con el sector naval como Fernández Tapias Desarrollos Empresariales SL y Fernández Tapias Grupo de Sociedades e Inversiones.
La viuda reclama la mitad de la herencia
Nuria González, que se casó con Fernando Fernández Tapias en 2002, tras cuatro años de relación, en una ceremonia discreta e íntima en una finca privada ubicada en Jerez de la Frontera (Cádiz), propiedad del ganadero y rejoneador Fermín Bohórquez y su esposa, Mercedes Domecq, el empresario tomó a la modelo como su tercera mujer y última. Tuvieron dos hijos: Iván y Alma. Durante los veinte años de matrimonio entre González y Fernández Tapias, se han mantenido en un perfil bajo. La modelo y el empresario se apoyaron en todas las situaciones adversas que atravesaron.
Según informa la revista Semana, los conflictos por la herencia de Fernando Fernández Tapias apenas están aún en sus primeras etapas. Es probable que los litigios se prolonguen durante varios años, ya que ambas partes están decididas a defender lo que consideran sus intereses legítimos y porque hay muchos miles de millones de euros en juego.
Los hijos mayores reclaman la totalidad de la herencia
Los hijos mayores de Fernando Fernández Tapias alegan que su padre no le había prometido nada a su segunda esposa y que, por lo tanto, la herencia les pertenece en su totalidad. El conflicto se inició cuando los hijos mayores llevaron a su padre ante el juez para pedir su incapacitación parcial en 2019, algo que no consiguieron pero que los alejó de su progenitor, que se sintió traicionado por ellos. Al parecer, tras este incidente, Tapias dejó por escrito que no quería a estos hijos en su funeral y dejó bien atado el testamento. Además, los hijos mayores han acusado a Nuria González de haber manipulado a su padre en los últimos años de su vida.
A raíz de los conflictos por la herencia el juez decreta la curatela
A raíz de estos conflictos, los hijos mayores ponen en duda la capacidad mental del empresario y que éste actuara libremente para tomar sus propias decisiones por lo que el juez decreta la curatela de Fernando Fernández Tapia, lo que significa que tendrá que contar con la supervisión de un curador (del latín curator) para tomar algunas decisiones sobre la gestión de sus bienes y derechos. Los curadores designados por el juez son la viuda Nuria González y una persona que fue asesor de Fernando Fernández Tapias y de sus herederos.
Muchos de los conflictos derivados de una herencia en una empresa familiar como la de los Fernández Tapia, se podrían resolver con la intervención de un despacho de abogados especialistas en derecho sucesorio.
La curatela se aplica en los casos en que una persona es capaz de realizar algunos actos por sí misma, pero necesita ayuda para realizar otros como las disposiciones sobre su salud o su economía. En el caso de Fernández Tapia, el juez ha considerado que necesita ayuda para gestionar su patrimonio.
Limitaciones de la curatela
La curatela tiene una serie de limitaciones. El curador, a diferencia del tutor, no sustituye la personalidad jurídica de la persona pero puede realizar algunos actos en representación o para tener cuidado de los bienes o de la salud de la persona sometida a curatela. La diferencia con la incapacitación consiste en que incapacitación es una medida más grave que supone que la persona queda privada de su capacidad jurídica, por lo que necesita la asistencia de un tutor para realizar cualquier acto.
En el caso de Fernando Fernández Tapias, no se ha aceptado la incapacitación que pretendían sus hijos mayores, por lo que sigue siendo capaz de realizar casi todos los actos por sí mismo, con la ayuda de un curador.
Fernández Tapias deshereda a sus cinco hijos mayores
Recientemente, se ha conocido el contenido del testamento de Fernández Tapias, confirmando que había desheredado a sus cinco hijos mayores, Fernando, Borja, Íñigo, Juan Carlos y Sandra, alegando «maltrato psicológico«.
En cuanto a su viuda, Nuria González, ella ya se ha convertido en la beneficiaria de la mansión en la exclusiva urbanización Puerta de Hierro. Dentro de esta propiedad se encuentran objetos de gran valor, como obras de arte de Picasso y Tiziano, que formarán parte de la herencia a repartir.
Las tensiones familiares se ven arrastrando desde hace años, por lo que la decisión de Fernández Tapias de desheredar a 5 de sus hijos no sorprendió a muchos. A pesar de esto, Yagüe señala que esta situación ha afectado profundamente a los hijos excluidos de la herencia, quienes están considerando la posibilidad de impugnar el testamento. La ley española garantiza a los hijos el derecho inmutable a recibir al menos un tercio de la herencia.
Fernández Tapias tuvo ocho hijos a lo largo de su vida, fruto de tres matrimonios diferentes. Sus primeros cuatro hijos, Fernando, Borja, Íñigo y Bosco, fueron con su primera esposa, Victoria Riva de Luna. Trágicamente, Bosco falleció en 2010 mientras practicaba submarinismo. Con su segunda esposa, Juana García-Courel Mendoza, tuvo a Sandra y Juan Carlos. Finalmente, Nuria González fue su tercera y última esposa, y sus hijos, Iván y Alma, son los únicos beneficiarios en el testamento de su padre.
A pesar de las tensiones públicas entre Fernández Tapias y sus hijos mayores, quienes iniciaron un proceso de incapacitación judicial para su padre, estos no faltaron al tanatorio de La Paz para darle el último adiós, aunque su presencia generó cierta tensión. Posteriormente, sorprendieron al asistir a una misa funeral en la iglesia de los Jesuitas de la calle de Serrano. Cinco días antes, habían emitido un comunicado a los medios en el que afirmaban haber sido excluidos del chalé familiar de su padre y que no se les había informado adecuadamente sobre la gravedad de su enfermedad.
A lo largo de su exitosa carrera profesional, Fernández Tapias fundó diversas empresas en los sectores naval, conservero y de viajes. También ocupó el cargo de presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE entre 1985 y 2002, además de ser vicepresidente primero del Real Madrid Club de Fútbol, posición que mantuvo hasta su fallecimiento.